La Sobremesa, the first magazine of the University of St Andrews in Spanish

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“La Sobremesa” is a new student-run Spanish magazine open to students, teachers, and alumni interested in joining the Hispanic community!

Hasta donde sabemos, la sobremesa es un concepto único de la lengua española. Designa a un espacio de tiempo que ocurre inmediatamente después de alguna comida y en el que, la verdad sea dicha, se sigue comiendo. Algún postre (de ahí que, en portugués, esta misma palabra signifique cualquier bocadillo dulce), una taza de café, posiblemente un trago. Pero, sobre todo, la sobremesa es algo que se hace activamente: un momento de esparcimiento entre los comensales que recién acaban de compartir los alimentos. Se conversa con libertad, de todo y nada al mismo tiempo, se recuerdan anécdotas, se ríe tan alto como sea posible y hasta se canta. No es inusual que una sobremesa se alargue por horas y termine conectada con la siguiente comida. Aunque conviene tener cuidado con los estereotipos, el de los hispanos como seres naturalmente dados a la gula es bastante difícil de refutar: el disfrute del paladar es indisociable del gozo de estar juntos, de ser juntos. En ese espíritu es que nace esta revista.

La Sobremesa es la primera revista digital en español de la Universidad de St Andrews. Se trata de un proyecto organizado completamente por estudiantes, pero que aspira a integrar en su diálogo a profesores, trabajadores y residentes de la comunidad. Sin olvidar el ánimo reflexivo y riguroso propio de la academia, este espacio tiene desde el primer momento un compromiso con la pluralidad: ficción, poesía, ensayo, reseña, crónica, testimonio, etcétera. Queremos ver dónde están los hispanos de este rincón de Escocia, quiénes son, qué hacen, con qué sueñan y con qué pasos llegaron hasta aquí. Conscientes de la suerte de que, aunque podemos venir de países diferentes y distantes, nos une algo tan profundo como la lengua (es decir, una manera de ver, entender y sentir el mundo), consideramos que este barco es también de los que, teniendo otra lengua materna, estudian y hablan la nuestra que, así, se vuelve, con iguales derechos y sin disputas, la suya.

La invitación queda entonces abierta. Todo el mundo es bienvenido. No es necesario traer nada, pero, como en cualquier sobremesa, una tarta o una botella de vino siempre se agradecen. A fin de cuentas, el propósito es recordar eso que es tan difícil de explicar sólo con palabras pero que inevitablemente continuamos tratando de trasmitir a través del lenguaje: la dicha milagrosa de ser juntos.

 

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